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La Ley de la Prosperidad

Hola amigos,

He estado supremamente ocupada, pero jamás me olvido de ustedes. Hoy les quiero compartir La Ley de la Prosperidad, extraída de un libro maravilloso llamado «Las 36 leyes espirituales de la vida» de Diana Cooper.

Mándala de la Abundancia

Bien, así como todos los padres quieren que sus hijos tengan todo lo que necesitan, la Fuente divina no es diferente. Somos hijos del Universo, y es hora de reclamar la herencia divina y ser prósperos.

Ciertas situaciones nos mantienen en la escasez y otras nos permiten prosperar. Tomemos el ejemplo de una planta, si la ponemos en tierra inadecuada llena de babosas, con poca agua, expuesta a los rayos directos del sol, con un espacio limitado, realmente jamás florecerá, lo que podemos esperar es que muera.

Las leyes espirituales que hacen que prosperemos o nos marchitemos funcionan igual. Unos paradigmas pobres hacen las veces de tierra infértil, si el paradigma dice que no merecemos la abundancia, o que simplemente es mala, considéralo suelo pedregoso.  Un paradigma de auto-confianza equivale a tierra fértil. El miedo, la incertidumbre, las dudas resecan esa tierra, mientras el entusiasmo, la alegría y la fé la nutren.

Para que la prosperidad florezca es necesario permitir expresarnos creativamente, darnos la libertad y el espacio para desarrrollar nuestros talentos.

Extraemos situaciones del depósito universal según nuestro nivel de Consciencia, o tenemos consciencia de pobreza o de abundancia. Aunque suene raro, muchas personas en vidas pasadas pertenecieron a ordenes religiosas he hicieron votos de pobreza, puede ser el motivo por el cuál no prosperan en ésta vida hagan lo que hagan, porque a nivel profundo se sienten culpables de tener dinero. Si sospechas que puede ser tu caso cancela esos votos. Por otro lado la mayoría de almas viejas no valoran los bienes materiales igual que las almas jóvenes, en el fondo saben que es algo ilusorio por eso no le prestan tanta importancia, piensan que el dinero es malo, cundo es exactamente al revés. Lo más espiritual es tener dinero y utilizarlo sabiamente con amor.

Por otro lado la ambición es una indigestión financiera, es el equivalente a asistir a un buffet y amontonar comida en el plato, mucha más de la necesaria, al final te sienta mal y te bloquea. El punto ideal está en el centro, tener suficiente y saber que es mucho.

Si somos mezquinos, rígidos mentalmente y tacaños, jamás nos sentiremos satisfechos y felices, porque esa consciencia de pobreza es una actitud de vida. Por si tenemos un corazón  generoso, mente abierta y manos extendidas para dar, siempre estaremos felices; La consciencia de prosperidad se encarga de todo lo demás.

Prosperidad = Sensación de Bienestar económico

La auténtica prosperidad llega cuando aceptamos nuestro derecho de nacimiento y la responsabilidad y el poder que esto implica

Piensa y actúa como si fueras prospero, y el Universo recibirá el mensaje y te enviará abundancia.